sábado, 6 de junio de 2015

El Inac conocía el peligro que corrían los petroglifos indígenas

sábado 6 de junio de 2015 - 12:00 a.m.Desde la administración de Martín Torrijos, el Inac estaba al tanto de la existencia de los petroglifos y de que el proyecto hidroeléctricos
Los indígenas organizan concentraciones de manera habitual, en el sitio de los petroglifos Roberto Quitero
ROBERTO QUITERO
Los indígenas organizan concentraciones de manera habitual, en el sitio de los petroglifos
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Una serie de cartas, informes y estudios que datan del 2007 revelan que el Instituto Nacional de Cultura (INAC) conocía desde entonces el peligro que enfrentaba el patrimonio cultural indígena hallado en los perímetros en donde hoy se encuentra el proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco.
El futuro de este centro ceremonial es parte de tensas negociaciones entre el gobierno y los grupos indígenas, cuya salida es cada día más complicada.
Las cartas a las que hacemos referencia llevan la firma de Linette Montenegro y Sandra Cerrud, directoras de Patrimonio Histórico durante las presidencias de Martín Torrijos y Ricardo Martinelli, respectivamente. Las misivas dejan claro que ambas jefaturas intentaron evadir la responsabilidad de tomar una decisión final sobre estos petroglifos, dejando el peso al Congreso Regional Kädriri, de la comarca Ngäbe Bugle. Ello, a pesar de que la ley 17, promulgada el 17 de abril de 2002, obliga al gobierno central, y no a otro, a proteger de manera inmediata los hallazgos que entren en la categoría de patrimonio cultural.
La falta de pronunciamientos de las autoridades se hizo más grave en el último quinquenio (2009 - 2014). En este periodo, la exdirectora del INAC María Eugenia Herrera, recibió copia de la correspondencia intercambiada entre la extinta Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), Patrimonio Histórico y la concesionaria del proyecto, Genisa. Sin embargo, ésta nunca emitió ningún comentario al respecto, como le correspondía.
EL INFORME
En el año 2013, entre letras y papel, finalmente, Patrimonio Histórico decidió en el enviar una misión arqueológica encabezada por el especialista Álvaro Brizuela a las riveras del río Tabasará, para cotejar lo que las cartas, cinco años antes, venían anunciado: la existencia de petroglifos que corrían riesgo de desaparecer de llegar culminar la construcción de la hidroeléctrica.
Los resultados de esa misión fueron claros: ‘Los petroglifos se encuentran en el área de impacto directo del proyecto y serán afectados por el embalse que se realizará en estas áreas', revela el acta de inspección.
A pesar de ello, el INAC no tomó acciones, la construcción de la represa continúo sin obstáculos, al tiempo que el disgusto de los pueblos indígenas aumentaba concatenadamente, sobre todo porque las soluciones presentadas al final del informe solo optaban por la confección de réplicas, para ser resguardadas en otro sitio.
Nos obstante, en los archivos del caso Barro Barro hay otro informe que data del año 2007, dos años antes de que se formaliza la adjudicación del proyecto.
El informe lo elaboró la empresa Anthopo Studio Inc., que dejó en evidencia desde la página seis que en el sitio donde actualmente se construye el proyecto hidroeléctrico ‘se detectó la presencia de restos culturales de interés patrimonial'.
El informe, además, advertía sobre la posibilidad de encontrar nuevos restos de actividad antropológica de interés.
La hidroélectrica está paralizada desde el pasado 9 de febrero por órdenes del Ministerio de Ambiente.
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PATRIMONIO CULTURAL OLVIDADO POR LAS AUTORIDADES
Los petroglifos están ubicados en la rivera del río Tabasará
DICEMBRE 2007
Anthropo Studio Inc. presentó un informe a la ANAM en el que advierte de la existencia de restos patrimoniales.
FEBRRO 2013
Genisa solicita inspección ocular al INAC para evaluar el estado de los petroglifos
ABRIL 2013
El INAC, seis años después, confirma el peligro en que se encuentra el patrimonio arqueológico.
FBRERO DE 2015
El Gobierno suspende temporalmente el proyecto de Barro Blanco, por considerar, entre otras razones, la existencia de patrimonio cultural en peligro.

viernes, 5 de junio de 2015

Nacional

Los indígenas protestan frente a dos embajadas

viernes 5 de junio de 2015 - 12:00 a.m. El pasado 29 de mayo fue hecho público un estudio independiente solicitado por ambas entidades 


Las protestas del M-10 se desarrollaron en las sedes diplomáticas de Holanda y Alemania. Larish Julio | La Estrella de Panamá
Larish Julio | La Estrella de Panamá
Las protestas del M-10 se desarrollaron en las sedes diplomáticas de Holanda y Alemania.
Isaías Cedeño
icedeno@laestrella.com.pa

Un grupo de indígenas del Movimiento 10 de Abril (M-10), opuesto al proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco, se manifestó ayer en los predios de las embajadas de Alemania y Holanda para solicitar la intercesión diplomática de ambas misiones, a sabiendas de que dos de los tres bancos que financian el proyecto proceden de estos países.
Los indígenas solicitaron a los embajadores que pidan a representantes de las entidades financieras Sociedad Alemana de Inversión y Desarrollo (DEG) y el Banco de los Países Bajos para el Desarrollo (FMO) ‘que viajen a Panamá, comprueben los daños ambientales que ha causado la hidroeléctrica y abandonen la financiación del proyecto', manifestó Adelaida Miranda, portavoz del M-10.
De acuerdo con Miranda, desde el año 2013, el grupo ha enviado misivas solicitando la visita de representantes de ambos bancos, pero no han tenido respuesta.
El pasado 29 de mayo fue hecho público un estudio independiente solicitado por ambas entidades sobre las supuestas irregularidades ambientales del proyecto hidroeléctrico.
‘El panel de expertos concluyó que los prestamistas no cumplieron con sus propias políticas al momento de la aprobación del proyecto', sostiene el informe en sus conclusiones.
No obstante, unas semanas antes de la publicación del este estudio, el presidente del FMO envió una misiva a la canciller panameña, Isabel de Saint Malo, para solicitar celeridad en las negociaciones con los indígenas.

Protesta ante embajadas de Alemania y Holanda por Barro Blanco


https://youtu.be/JvxS5LdFqHo

https://youtu.be/P-jz6nisgfk

https://youtu.be/uO_r_3HORDY
https://youtu.be/o9doNPjlseQ

Protesta de los grupos originarios ante las embajadas de Alemania y Holanda (Paises Bajos) en Ciudad de Panama el 4 de junio 2015 ante la postura de los bancos FMO (Holanda) y DEG (Alemania) de financiar el nefasto Proyecto Hidroeléctrico Barro Blanco violatorio de los Derechos Humanos y de los Pueblos Indigenas y Campesinos.

lunes, 1 de junio de 2015

Comunicado de Prensa Centro de Investigaciones sobre Empresas Multinacionales (SOMO)

 
Comunicado de Prensa
Centro de Investigaciones sobre Empresas Multinacionales (SOMO) 
Informe Independiente encuentra que los bancos de desarrollo holandeses y alemanes no lograron cumplir con las normas ambientales y de derechos humanos en la financiación de la presa de Barro Blanco en Panamá
Las comunidades indígenas y la sociedad civil conmocionados por la respuesta inadecuada de los bancos ante los hallazgos
1 Junio 2015
Kiad, Panama/Amsterdam/Bogota – El viernes pasado, un informe muy esperado por un panel independiente encontró que FMO y DEG, los bancos de desarrollo holandeses y alemanes, violaron sus propias políticas al no evaluar adecuadamente los riesgos de los derechos indígenas y el medio ambiente antes de aprobar US $ 50 millones a GENISA, el desarrollador del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco en Panamá. FMO y la respuesta de DEG a los hallazgos, si bien reconoce algunas deficiencias en su evaluación, no comprometen a ninguna medida para hacer frente a las violaciones de política pendientes. Aun cuando el informe concluye que "los prestamistas no han tomado el rechazo de las comunidades afectadas lo suficientemente en serio," parece que FMO y DEG continúan haciéndolo.

Ningún 'consentimiento libre, previo e informado"
En mayo de 2014, el Movimiento 10 de Abril (M-10), en representación de los pueblos indígenas directamente afectados por el proyecto, con el apoyo de Both Ends y SOMO, presentaron la primera denuncia ante el Mecanismo Independiente de Quejas (ICM) de la FMO y DEG . La demanda alega que la represa Barro Blanco afectará a una parte del territorio indígena Ngöbe-Buglé, inundando sus hogares, escuelas y lugares religiosos, arqueológicos y culturales. A pesar de las obligaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, el gobierno panameño, GENISA y los bancos no lograron obtener el consentimiento libre previo e informado (CLPI) de la Comarca Ngöbe-Buglé antes de la aprobación del proyecto. El ICM encontró que los "prestamistas deberían haber buscado una mayor claridad sobre si hubo consentimiento para el proyecto de las autoridades indígenas apropiadas antes de la aprobación del proyecto."
"Detenga el proyecto" 
"No queríamos dar nuestro consentimiento a este proyecto antes de su aprobación, y no tiene nuestro consentimiento hoy", dijo Manolo Miranda, un representante de la M-10. "Exigimos que el gobierno, GENISA, y los bancos que respeten nuestros derechos y detenga este proyecto." La ICM encontró que "si bien el acuerdo fue alcanzado [préstamo] antes de la construcción cuestiones significativas relacionadas con el impacto social y ambiental y, en en particular, las cuestiones relacionadas con los derechos de los pueblos indígenas no han sido completamente evaluados antes del acuerdo [préstamo] ".  La Falla de los bancos de identificar los impactos potenciales del proyecto llevaron a un fracaso posterior de exigir a sus clientes de tomar las medidas para mitigar esos impactos. El plan de acción ambiental y social (ESAP) anexado al contrato de préstamo "no contiene ninguna disposición relativa a la adquisición de tierras y reasentamiento y nada sobre la biodiversidad y los recursos naturales. Tampoco contiene ninguna referencia a las cuestiones relacionadas con el patrimonio cultural ".

Fracaso
"Esta falla constituye una violación de las normas internacionales en cuanto a la obligación de elaborar adecuadas y completas evaluaciones ambientales y de Impacto Social antes de implementar cualquier proyecto de desarrollo, con el fin de garantizar el derecho al consentimiento libre, previo e informado, la información y la participación efectiva de la que puedan verse afectados comunidad ", explicó Ana María Mondragón, abogado de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA). Mientras FMO y DEG reconocieron en su respuesta oficial al informe de la ICM que "no fueron totalmente evaluados en la aprobación del crédito," no hicieron compromisos concretos adicionales para garantizar que se respeten los derechos de los afectados por la represa. Los bancos afirman que están "enfrentando limitaciones en su influencia" sobre los procesos de gobierno para llegar a un acuerdo satisfactorio con todos los actores involucrados. Sus acciones, sin embargo, revelan una historia diferente.

Diálogo
En febrero, el gobierno de Panamá suspendió provisionalmente la construcción de la represa de Barro Blanco. Con posterioridad a la suspensión, el gobierno convocó a una mesa de diálogo con la Comarca Ngöbe-Buglé, con la facilitación de las Naciones Unidas, para discutir el futuro del proyecto. En lugar de alentar al Gobierno de Panamá a respetar los derechos de la Comarca Ngöbe-Buglé, FMO y DEG han solicitado que la autoridad ambiental de Panamá reconsidere la suspensión y deje que su cliente reanudar la construcción. En febrero, enviaron una carta al Vicepresidente de Panamá, expresando su "gran preocupación y consternación" por la suspensión y señaló que "puede pesar sobre las decisiones de inversión futuras, y perjudicar el flujo de inversiones a largo plazo en Panamá."

Investigación Independiente
Mientras que los bancos afirmaron que sus consultores no encontraron nada que justifique la suspensión del proyecto, olvidaron mencionar que su propio mecanismo de rendición de cuentas independiente estaba llevando a cabo una investigación del proyecto. De hecho, en ese momento, los bancos ya habían visto el borrador de informe de la ICM con los resultados que el proyecto no estaba en cumplimiento de sus propias políticas.  "Nos sorprendió descubrir sobre el papel de los bancos para influir en el proceso nacional, ya que esto está en contradicción con sus afirmaciones de que no están en condiciones de intervenir en la toma de decisiones a nivel nacional.", Dijo Anouk Franck, asesor principal de políticas en Both ENDS, con sede en Amsterdam. "Ahora deben demostrar su compromiso para llegar a una solución y comenzar a tomar CLPI en serio, en el caso de Barro Blanco, donde debido a los retrasos en hacer frente al problema, los bancos podrían tener que aceptar pérdidas en sus préstamos. Y tienen que encontrar la manera de asegurarse a sí mismos que CLPI se obtenga en su caso, por ejemplo, a través de evaluaciones de impacto de los derechos humanos ".

Acuerdo Secreto
El trámite de la denuncia fue en ocasiones un proceso largo y frustrante. GENISA se negaba a cooperar con la ICM y proporcionarles acceso a los documentos del proyecto, lo que llevaba a los bancos a concertar un acuerdo paralelo secreto con GENISA. El acuerdo paralelo secreto tomaba el lugar de los procedimientos de acceso público de la ICM y permitió a GENISA revisar los proyectos de investigación y los informes finales antes de que se compartieron con los denunciantes.

"FMO y DEG están más interesados en la protección de los intereses de su cliente de lo que están con la protección de los derechos de los afectados por los proyectos que financian," dijo Kris Genovese, investigador del Centro de Investigaciones sobre Empresas Multinacionales (SOMO). "Es una trágica ironía que los bancos les pide el consentimiento de la compañía para publicar informe de la investigación de la ICM, pero no pidieron consentimiento de Ngöbe-Buglé para el proyecto."

¿Desarrollo Limpio? 
El proyecto Barro Blanco fue registrado bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio, un sistema en virtud del Protocolo de Kyoto que permite la acreditación de las reducciones de emisiones de proyectos de reducción de gases de efecto invernadero en los países en desarrollo.
"A medida que se prevé que los flujos de financiamiento climático fluya a través de diversos canales en el futuro, las lecciones de Barro Blanco se deben tomar muy en serio. Para evitar que los futuros proyectos de mitigación del cambio climático tengan impactos negativos, se requiere un fuerte sistema de salvaguarda institucional que respete todos los derechos humanos ", dijo Pierre-Jean Brasier, coordinador de la red en Carbon Market Watch. "La oportunidad de establecer un sistema de salvaguardias como necesaria es ahora, antes del acuerdo de París, para poner el respeto de los derechos humanos en la parte superior de la agenda de la CMNUCC."

El ICM supervisará la implementación de acciones correctivas y recomendaciones de los bancos. Mientras tanto, el M10 espera a FMO y DEG la retirada de su inversión en el proyecto y pedir que los gobiernos de Holanda y Alemania muestran un compromiso público para garantizar los derechos de la Comarca Ngöbe-Buglé afectados. Al mismo tiempo, los bancos deben abstenerse de ejercer presión sobre el gobierno de Panamá.

Rana morfo azul (dendrobates auratus) habita riberas del Río Tabasará
(Foto Oscar Sogandares)

Banco de desarrollo holandés estaba equivocado con la presa en Panamá tomado de Volkskrant



3046584Mirei Endara (I), funcionaria de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y vicepresidente y ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Isabel De Saint Malo de Alvarado (D), durante una rueda de prensa sobre el proyecto. © EPA© EPA
El banco de desarrollo holandés FMO ha actuado con negligencia en la financiación de una presa en Panamá.
Por: Marjolein Van De Water 1 de junio 2015, 02:00


Con esto concluye una comisión de investigación independiente en un informe publicado el viernes. FMO ha evaluado insuficientemente los impactos ambientales y sociales y 'violando con ello sus propias políticas ", dijo el comité.

FMO emitió en 2011 un préstamo de 25 millones de dólares a la empresa panameña Genisa para la construcción de una presa en el oeste de Panamá. Una pequeña porción de la tierra que se inunda se encuentra en territorio de los indígenas Ngöbe-Buglé.

En ese momento Genisa firmó un acuerdo con un líder de la comunidad Ngobe-Buglé para utilizar la tierra para la presa. Sin embargo, los tratados internacionales requieren que las decisiones sobre los territorios indígenas sólo pueden ser tomadas a través de un referéndum. A raíz
sobre las quejas  Genisa cerraron otro acuerdo. Esta vez con el congreso regional, y otra vez sin un referéndum general.

A pesar de las protestas que mantuvieron los indios  Genisa y los inversores insisten en que el consentimiento fue suficiente. En 2014 los indios en consecuencia habían presentado una denuncia al cofinanciador FMO y DEG, el banco de desarrollo alemán.

 "Lo que esto significa para el progreso de la construcción de la presa de Barro Blanco es incierto"

'Los inversores no respetaron suficientemente el rechazo de las comunidades afectadas ", concluye la investigación." Ellos habrían hecho bien en consultar abogados u otras expertos especializados en los derechos de los pueblos indígenas y el derecho panameño. 

También en la evaluación de las consecuencias para el ecosistema y la biodiversidad los inversionistas fallaron seriamente. "En el momento en que se atribuyeron el préstamo, los bancos no eran suficientemente conscientes de los riesgos", dijo el comité. "Ellos subestimaron el impacto ambiental."

En su reacción al informe, FMO y DEG reconocen que no evaluaron los impactos de manera suficiente y que "hubieron tenido que tomar las preocupaciones de la comunidad indígena mas en serio." Los bancos prometen extraer enseñanzas del informe.

Lo que esto significa para el progreso de la construcción de la presa Barro Blanco no está claro. La investigación no hace comentarios sobre eso. La presa esta al 95 por ciento, pero la construcción está detenida, desde febrero por presunta violación de las leyes ambientales y la violación de los derechos de los pueblos indígenas. Los inversores insisten en la finalización de la construcción, los indígenas exigen que se cancele el proyecto.
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Marjolein Van De Water